Nuestros Principios Básicos

Nuestra escuela se define como laica.
Nuestro fin es la formación integral de la persona como ser perfecto perfectible en Dios, mediante un proceso permanente de desarrollo personal e integración social creando en la responsabilidad de crear una sociedad mas ética.
Concientes de esta responsabilidad nos proponemos a alcanzar lineamientos de organización y dinámica interna que garantizara la idoneidad para evangelizar, es decir para cumplir su misión y ser fieles a nuestra identidad.
Dentro del pluralismo de opciones educativas en el seno de la sociedad ofrecemos una escuela que facilite la libertad de los padres de familia, en razón del derecho que tiene a escoger el tipo de educación para sus hijos. Defendemos la coherencia ideológica en el interior del Centro Escolar.
El deber de la educación compete en primer lugar a los padres. Son los primeros y principales responsables de la educación de sus hijos y tienen el derecho de elegir para ellos, el Centro Educativo que estimen más conveniente.
El sujeto y fin de todas las instituciones sociales, es y debe ser la persona humana, la cual por su misma naturaleza tiene absoluta necesidad de la vida social. La sociedad tiene el deber de fomentar y garantizar la acción educativa de la persona como respuesta a sus derechos.
La escuela como entidad social, es un lugar donde se elabora y se transmite una concepción del hombre, convirtiéndolo en sujeto, no solo de su propio desarrollo en la comunidad.
Nuestro fin es educar a hombres como personas críticas de la realidad, éticas en su desarrollo personal y profesionales capaces de defender y fundamentar sus posturas cristianas y desde ésta todas sus ideas.
Como escuela católica promovemos la educación de la persona como ser perfecto perfectibles en dios con un fin trascendente para el cual lo desarrolla en la Fe, la cultura y para la vida, conformando esta Educación Integral en un proyecto educativo propio y comprometido.